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Prepararlos para la vida

Freír un huevo, tomar un autobús, limpiar el piso, actividades que muchos de nosotros lo hacemos sin ningún problema diariamente, pero que nuestros hijos con capacidades diferentes les cuesta aprender, hace unas semanas pude ver una gran película (Ocean Heaven) traducida como Paraíso Oceánico o el Poder Físico, que la difundieron en una Escuela de Familia del CASP donde estudia mi hijo.
Luego la pude conseguir en DVD en el mercado de Magdalena para verla más de una vez y poder apreciar el cariño, ternura, amor, con el que le enseña su padre a su hijo quien tiene autismo leve, pero al cual su padre le hacia todo, digo todo porque desde sacarle el polo hasta amarrarle los zapatos, y acaso uno de nosotros lo hace actualmente con su hijo con capacidades diferentes.
Muchas veces no es necesario que nuestro hijo vaya a un colegio especial o este incluido para que nosotros como padres le podamos enseñar tantas cosas en casa, (muchas veces vivimos quejándonos que el dinero no alcanza para tal o cual terapia, que el dinero no alcanza para poder ponerlo en un buen colegio); pero nosotros somos y seremos los mejores maestros de nuestros hijos, poniendo mucho empeño y muchas ganas que nuestros hijos sí lo van a lograr, ellos mismos se sorprenden de las grandes cosas que pueden aprender con tan solo un tiempo corto y con mucho amor y usando siempre el modelo.
Esta película es un gran ejemplo que el amor de un padre puede dar a su hijo cuando uno se sacude de todos los prejuicios que siempre existirán en este mundo, en esta sociedad. Muchas veces somos nosotros como padres que le ponemos límite a nuestros hijos y no nos damos cuenta que ellos tienen un gran potencial que explotar.
Les cuento un poco sobre la película. El padre ha sido diagnosticado con una enfermedad terminal, él trabaja en un acuario y lo lleva a su hijo porque no tiene con quien dejarlo, (la madre murió cuando su hijo era pequeño), su hijo tiene 22 años, es un gran nadador, pero cuando el padre comienza a sentir los dolores de la enfermedad nota que su hijo vive muy pendiente de él y emprende una lucha constante en enseñarle todo lo que hay a su alrededor, habilidades, actividades y también a pedir ayuda cuando lo necesite. Se hace amigo de su hijo. No les cuento el final para que la vean.
Es una gran película y un gran ejemplo de vida, de lucha por salir adelante, sin tener que ir a un colegio especial el padre le enseña a freír huevos, a tomar autobús, cuando bajarse, en qué paradero, sacarse la ropa y demás. Y nosotros decimos casi siempre y me incluyo: no mi hijo se va quemar al enseñarle a freír huevos; no mi hijo se va perder, luego le enseñaré la línea del autobús y donde bajarse… y muchas veces dejamos que el tiempo pase.
Pero tarde o temprano dejaremos este mundo, se me quiebra la voz cuando escribo estas líneas, pero es la pura verdad, y nuestros hijos deben estar preparados para la vida, para que cuando no estemos a su lado hagan todas las cosas que hacemos nosotros diariamente.
Y ya comencé a incluir a Héctor en la cocina, explicándole lo que vamos a cocinar, qué ingredientes lleva tal comida, que hay que tener cuidado con la cocina cuando esté prendida y que puede salpicar el aceite cuando y me empeño en decirle todo lo que hacemos.
Aparte de hablarles mucho a nuestros hijos emprendan ustedes mismos una meta corta nomás, acerca de tareas simples como identificar monedas por ejemplo, a enseñarle el número del autobús que toman o también los colores, a sacarse la ropa y ponérsela, a planchar su ropa si son muy grandes, ellos aprenden de eso estoy segura, lento pero seguro, atentos, concentrados, conectado con todo lo que uno les explica.
Y la base, los cimientos son el amor, el cariño, la paciencia y la dedicación eso es todo, todos nosotros padres de hijos con capacidades diferentes la tenemos más compenetrada que otros padres, porque Dios nos ha dado ese gran regalo que son nuestros hijos y si son llamados especiales, entonces nosotros también somos especiales para ellos, poseemos ese don de la sensibilidad y el amor para mostrárselo cada día a nuestros hijos.
Empecemos hoy y nuestra vida la veremos con más optimismo que antes porque demostrarán nuestros hijos que pueden aprender hacer muchas, muchas cosas y estaremos satisfechos de haberles enseñado algo en el día, en la semana, en el mes.
Que bonito es compartir con nuestros hijos sus logros y también si podemos compartir con ellos una tortilla de huevos que ellos mismos prepararon, que para otras personas será algo normal, pero para nosotros será un gran premio de amor.

 
Isabel Salgado

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