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El límite entre la sobreprotección y la independencia

Hace ya algunos días nos conmovimos con la noticia internacional de la muerte del hijo de John Travolta, llamado Jett, como escribimos el año pasado en una nota sobre personajes conocidos internacionalmente que tenían hijos con capacidades diferentes (http://taskichiyperu.blogspot.com/2007/05/lo-que-nadie-publica-y-difunde-en.html), el hijo de John tenía el Síndrome de Kawasaki (enfermedad poco específica, sin causas aparentes infecciones, que afecta las membranas mucosas: oral, nasal, conjuntival). A sus 16 años, un joven ya, toda la familia le brindó la independencia necesaria para que se desenvuelva como cualquier chico de su edad, las habilidades de autocuidado estaban por demás enseñadas, por eso él se desenvolvía solo. El accidente ocurrió en el baño de la residencia vacacional en las Bahamas, mientras disfrutaba de una ducha, mucho se ha especulado sobre la causa de su muerte, que convulsionó, cayó y se golpeó la cabeza; que le dio un ataque de apoplejía (derrame cerebral), en fin.
El caso es que vino a mi mente una interrogante: ¿hasta que límite le podemos dar la independencia necesaria a nuestros hijos con capacidades diferentes?, ¿cuándo termina la sobreprotección?, ¿cuándo comienza la independencia? Nos dicen muchas cosas los profesionales en la materia, que los dejemos ser como cualquier persona de su edad, pero si nuestro hijo tiene crisis convulsivas, ¿lo podemos dejar verdaderamente SOLOS en cualquier momento? Son esas las interrogantes que me vinieron a la mente, y que expreso en este testimonio para saber cuál es, cuál será el momento en el cual digamos: ya mi hijo es independiente y puede hacer todas cosas solo. Pero, esa palabra tan corta que deviene en las preocupaciones diarias. Por ejemplo, mi hijo tiene epilepsia refractaria (puede convulsionar en cualquier momento), duerme solo en su cuarto hace mucho tiempo. Pero siempre la preocupación, convulsionará mientras duerme, y yo no lo veo. Antes de dormir siempre voy a su cuarto a taparlo y decirle que lo amo. Él duerme toda la noche. Mi hijo practica natación, el profesor sabe que convulsiona, gracias a Dios y a los medicamentos que recibe está controlado.
Hace 5 meses fue su última crisis: Bajábamos del micro para irnos a la casa y pasó, y me asusté como si hubiera sido la primera vez, él baja solo, ya está grande, pero esta vez, justo al querer bajar le vino la crisis, un equivalente, donde se pone rígido y luego muy débil… ¿Pero si convulsiona mientras está dentro de la piscina? ¿Cuál sería mi reacción? Sale con sus primos y con sus abuelitos al parque a jugar y ¿si le pasa algo? Todas estas interrogantes me las hago diariamente. Por eso cuando escuché la noticia del hijo de Travolta, no fue para mí novedad que tenía un hijo con capacidades diferentes, lo que me preocupó fue el cómo falleció. Lo que siempre resalta la prensa, que su hijo era un niño especial, a pesar de sus 16 años, siguen definiendo como niño especial, que tomaba medicinas, etc, etc. La preocupación fue, si bueno tenía 16 años, era todo un joven, ¿se podía bañar solo? pero dejarlo solo en la casa mientras ellos (sus padres) hacían otras cosas, ¿fue realmente lo correcto? No soy quién para calificar a nadie. Todavía me falta un largo camino que recorrer. Es difícil ¿verdad? Por eso este blog, por eso esta Asociación, lo único que me calma y me reconforta como les pasará a ustedes es que nuestros hijos ENTIENDEN TODO lo que uno les dice, y siempre le hablo a Héctor sobre lo que le puede pasar, o lo que puede sentir, para que me avise o le avise a alguien mayor. Es para mí aún muy difícil darle toda la independencia necesaria al hacer algunas cosas, especialmente a la hora de bañarse y salir de la tina, igualmente al cepillarse los dientes. En fin, dice un refrán, que los peores accidentes ocurren en casa. Y muchas veces es muy cierto.
Tratemos de darle la independencia necesaria a nuestros hijos y si son verbales decirles que pueden pedir ayuda cuando lo requieran, tratemos de confiar en ellos y que ellos confíen en nosotros, para que mañana más tarde cuando no estemos a su lado se puedan valer por si solos en la vida. Pero siempre tomando nuestras precauciones y cuidados. La protección no debe ser extinguida pero la sobreprotección debe ir desapareciendo poco a poco. Porque al igual que nosotros que aprendimos todo poco a poco, a nuestros hijos les costará el doble o el triple en algunos casos aprenderlo, pero lo lograrán.

Isabel Salgado Amado
taskichiyperu@yahoo.com

3 comentarios:

Jesús Abón dijo...

Hola Jaime, como siempre muy interesante tu blog. Yo soy comunicador de Yancana Huasy, y veo a diario esta preocupación en los padres de los niños con discapacidad, siempre hay la duda de hasta donde deben darles independencia, cuáles son los límites de ésta, los riesgos a los que están expuestos sus hijos, y un largo etcétera. Pero como en toda relación padre-hijo, es un proceso en el que ambos van aprendiendo y conociéndose cada vez más, de modo que las respuestas se van dando solas. Y, como bien mencionas, es importantísima la comunicación fluida entre ambos, para evitar así innecesarias situaciones de riesgo. Felicidades nuevamente, muy interesante el post.

Atte:

Jesús Abón Carrillo

Anónimo dijo...

Gracias Jesús por tus comentarios mándanos al correo nuestro una dirección donde poder estar comunicados: taskichiyperu@yahoo.com
Saludos
Jaime

Anónimo dijo...

Interesante punto de vista, la verdad que me agradó el artículo, sigan publicando por favor temas parecidos, como madre se los agradezco.
Madga
Barranco