Una historia en medio de tantas otras de dolor

El caso de Rodolfo Jiménez, poblador de Humay, es apenas uno de los millares que existen en la zona del desastre en el sur del país. Sin vivienda, con solo algunas cosas que pudo salvar tras el terremoto del 15 de agosto, él ahora apela a la solidaridad y aguarda que la ayuda remitida desde Lima tome también en cuenta a las personas con discapacidad.
"Hemos perdido todo y apenas hemos recibido apoyo", comenta refugiado por ahora en el patio exterior de la casa parroquial de Humay.
Esta localidad, situada en el kilómetro 26 de la carretera Los Libertadores, ha sido otro de los puntos donde la naturaleza dejó su huella tras el terremoto de hace unos días atrás.
Las casas han sido destrozadas y solo han habido algunos grupos de ayuda que han llegado, pero sin el permanente apoyo como ha sucedido en los cascos urbanos de Pisco, Ica y Cañete.
"Queremos que se acuerden de nosotros", pide Rodolfo mientras señala que en la localidad existen muchas otras personas con discapacidad que requieren urgente auxilio para poder enfrentar una tragedia que ha desnudado la profunda pobreza y miseria en la que viven miles de peruanos a solo horas de la capital y en una de las regiones consideradas de mayor desarrollo económico debido a la agroindustria.

Luis Chauca Satalaya
taskcihiyperu@yahoo.com

Publicado 27/08/07