Futbolistas profesionales aceptan desafío de jugar con ojos vendados y pierden partido

Ferrari, Torres, Espejo y Duffó, vivieron la experiencia de jugar vendados. Convicción y compromiso social.

Sensibilizar, he allí una de las palabras claves para poder introducir un cambio cultural en nuestra sociedad, poca habituada a promover una convivencia sin diferencias o exclusiones. Experiencias en otros países sobran. Posicionar el tema de los derechos de las personas con discapacidad y lograr su inclusión absoluta representan una tarea ante la cual se diseñan diversas estrategias. El gobierno regional del Callao acaba de realizar, lamentablemente con poca difusión, un partido de fútbol entre deportistas invidentes y futbolistas profesionales.
La propuesta es interesante. Una suerte de intercambio de roles, donde el deportista sin discapacidad debe adecuarse a las reglas de un partido jugado por invidentes. Es decir tener los ojos vendados y solo dejarse guiar por una pelota de cascabel. Todo un reto que convocó a un buen grupo de asistentes. Por ese momento, que duró 40 minutos, una parte de la sociedad dirigió la mirada a un grupo social apenas visible. Pero una vez más la acogida en los medios de comunicación fue muy escasa.
El partido se jugó el pasado 15 de junio y reunió a jugadores de la Unión Nacional de Ciegos y los futbolistas profesionales Jorge Espejo y Robergo Duffó de Sport Boys, Jean Ferrari de Deportivo Municipal y Reiner Torres de Sporting Cristal. El resultado final del cotejo que contó con el arbitraje del ex juez FIFA, José Arana, fue un contundente triunfo para los deportistas invidentes: 3-0.

Acción, emotividad, goles y buena asistencia de público.