Cuando me dijeron hace algunos años que vaya a recoger a
Ivonne una señorita con Autismo, que trabajaba en esa época en el Friday’s,
pensé que, fácil la recojo y la llevo al colegio, pero luego me dijeron, tienes
que enseñarle a cruzar la pista, qué? dije yo, si a Héctor, mi hijo aún no le enseño y aún estoy
aprendiendo a cómo enseñar, cómo voy hacer, pero acepté el reto.
No fue nada fácil, pero el amor que me prodigaba esa
señorita sin conocerme, hizo que el reto lo pueda cumplir a cabalidad y luego ya
solamente íbamos como dos buenas amigas de su centro de trabajo al colegio,
ella tiene Autismo de alto rendimiento y trabajaba en aquella época en ese
restaurante…
La segunda vez me dijeron anda al Hotel Los Delfines, hay
dos jóvenes que trabajan ahí, también con habilidades diferentes, uno en
lavandería, el otro en cocina, okey fui con mucho gusto, energía positiva y
diciéndome a mí misma, sí se puede, aunque en el camino laboral me encontré
como era de esperarse, con personas que aún no confían en las personas con
capacidades diferentes y que, muy a su pesar son las personas más eficientes y
disciplinadas que existen en el momento de desempeñar su labor.
Ya eres una gran Coach, me dijeron alguna vez, hasta me
dieron un reconocimiento y demás, pero yo no me la creía, estuve por varias
empresas de Coach no de un trabajador con habilidades diferentes, una vez tuve
tres personas a mi cargo, y me parecía una tarea muy ardua pero enriquecedora como lo
digo al inicio, porque aprendes mucho con ellos, sin son verbales, son tan
sinceros, y espontáneos que muchas veces, no podía dejar de reír, y si no son
verbales, sus sonrisas, sus abrazos son el mejor lenguaje de agradecimiento
hacia uno, que hace su labor, desinteresadamente pero con muchas ganas de aprender, de saber más de
ellos, poder conversar con sus padres para saber cómo son en casa, sí hablan
del Coach, si les llamó la atención, si les dio un gran abrazo, porque hicieron
bien su trabajo.
Y así han transcurrido ya 8 años de ser Coach del Area
Empleo con Apoyo, del Centro Ann Sullivan del Perú, de una persona con
habilidades diferentes, y cada año para mí, es un reto, que cumplir, una
responsabilidad que lograr, y siempre cuando los veo en distintas situaciones
se acercan abrazarme fuerte y decirme, gracias Isabel cuando fuiste a verme,
ahora estoy en otra empresa, o ahora estoy trabajando a tiempo completo,
gracias, esa es la mejor recompensa de trabajar con aquellas personas que
muchas veces son discriminados en la calle, en la escuela, en sus centros de
labores, y yo lo he visto, pero que, a pesar de todo, muchos de ellos sacan
adelante a sus familias, le pagan la carrera a sus hermanos menores, hay
algunos que tienen hasta dos trabajos y lo hacen muy pero muy contentos.
Los empresarios peruanos deberían de arriesgar más y
contratar a aquellas bellas personas porque, no chismosean, piden más trabajo,
son los más puntuales y siempre hacen todo como se les pide.
Que sea este blog también no sólo para contarles sobre cómo
son mis días con Héctor Martín, mi hijo, o si salió algún nuevo descubrimiento
con respecto alguna enfermedad, o testimonios de otros padres de familia, sino
también para decirles que las personas con capacidades diferentes sí pueden
trabajar, sí deben trabajar, para sentirse útiles en este mundo y que, tanto
padres como empleadores debieran tenerles confianza y creer en ellos, que sí lo
pueden lograr, yo estoy segura que mi hijo va trabajar en algún momento y seré
su Coach, seguramente la más disciplinada para él, la más exigente, pero sí lo
he sido con personas que yo los llamo mis otros hijos, porque los considero así, porqué no serlo de mi propio hijo, ser Coach
es algo mágico, un reto, una responsabilidad, y agradezco mucho al Area de
Empleo con Apoyo del Centro Ann Sullivan del Perú (CASP) por darme la
oportunidad hace años atrás en desempeñar esa labor que tantos frutos me ha
dado personalmente hablando, gracias a todos por sus sugerencias, consejos y
por enseñarme este camino de la enseñanza a personas con habilidades
diferentes, diariamente aprendo de ellos, aunque ellos crean que solamente voy
a verlos y a llamarles la atención, los quiero a todos y sería ingrato no
mencionar alguno por eso digo a todos, sin excepción.
Isabel Salgado Amado
