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Los milagros existen

Es muy difícil explicar en pleno siglo XXI, la existencia de un ser superior, cuando la tecnología y las investigaciones nos acercan más a las leyes de la naturaleza y la vieja tesis que el hombre desciende del mono, pero cuando existe la fe, todo cambia por completo.
Héctor nació con un tumor en el rostro a la altura del ojo izquierdo, médicamente llamado Hemangioma parpebral, del tamaño de una pepa de durazno, que salía del párpado inferior, pero con el transcurrir de su nacimiento iba creciendo, y desfigurando su rostro; los médicos, preocupados, decidieron operar al neonato (persona llamada así cuando aún no cumple un mes de nacido).
Nuevamente las dudas y el temor me invadió, conocí a dos amigas por esa época, Mariela y Ana, quienes habían tenido hijos el mismo mes que nació Héctor (diciembre). El hijo de Mariela sufría de insuficiencia cardiaca, y el de Ana, una mujercita, tenía problemas en el estómago. Días antes de la operación de Héctor los dos niños se habían ido de este mundo acompañando a Dios como ángeles de la guarda. Impresión muy fuerte para mí. Verlas cómo sufrían al haber perdido sus hijos tan pequeños me impactó.
“Señora tiene que conseguir una unidad de sangre de este tipo, el 26 de diciembre vamos a operar a su hijo”, me comentó uno de los encargados del pabellón de UCI Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Guillermo Almenara de Lima mientras me alcanzaba un papel. ¿Sangre? ¿Tipo de sangre? Era un escena que sólo había visto en algunas series de televisión cuando sucedían emergencias. Encima Héctor tiene sangre RH O Negativo, un tipo difícil de conseguir.
Primer milagro, no saben cómo oré aquella noche para que alguien nos brinde su sangre. Y hubo un ser especial que no la vendió como ocurre en nuestro país muy a menudo, LA DONÓ. Los tiempos siempre son difíciles para todos, la mayoría lucra con su sangre, y creo que esto no pasa solamente en Perú, pero esta señora (de quien en algún momento, con su permiso, contaré su historia) nos obsequió su sangre. Bueno había un punto a favor, pero el punto en contra, era: ¿se salvará con la operación? ¿Cómo quedará después que lo operen? ¿Verá bien por los dos ojos? Otra vez las preguntas.
La fe mueve montañas, una oración, realizada por muchas familias a la vez, llamada cadena de oración, dio sus resultados. Siempre tuve fe en San Martíncito (de Porres) como le digo yo, en la capilla del Hospital tenía un altar y siempre iba a misa mientras Héctor estuvo internado. Era Dios solamente quien lo podía salvar, bendiciendo las manos de los médicos…
El 26 de diciembre de 1997, luego de casi 15 días de haber nacido, fue operado, llevé agua bendita que me obsequió la abuela paterna de mi hijo, quien también oró por el bebe (en ese tiempo no teníamos un nombre para el ser que nos alegró la vida). Y en nombre de Dios le hice la señal de la cruz en su frente tan pequeña… La operación duró 5 horas. Cinco horas en las cuales su padre y yo caminábamos, conversábamos, rezábamos, y pensábamos en voz baja… Segundo Milagro, Héctor salió de la sala de operaciones a las 2 de la tarde en una incubadora, donde había estado desde nacido, y como a las 5 de la tarde lo pude ver, claro, estaba completamente dormido, pero VIVO, dando señales de vida. Ese mismo día le pude dar de lactar, que para suerte mía y ayuda de Dios, a pesar de la cesárea tenía mucha cantidad de leche y la compartí con otros bebés, otra historia que también contaré más adelante.
Con el transcurso del tiempo no hacía más que agradecer diariamente a Dios y San Martín por haberlo salvado, y hoy les agradezco igualmente por darme paciencia, fortaleza, buen humor y mucha alegría de tenerlo en casa, correteando como otros niños de su edad, y haciendo travesuras también como otros niños de su edad. Nunca pierdan la fe, es muy importante hacer las cosas pensando que todo es posible. Solo la confianza que le podemos brindar a nuestros hijos con habilidades diferentes los hace salir adelante. Y si se caen o tropiezan hay que levantarse y continuar. Díganle siempre: Hijo, tú puedes.

Isabel Salgado Amado
taskichiyperu@yahoo.com

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